En el briefing se subrayaba en amarillo fosforito, negrita y con exclamaciones la ventaja competitiva de este producto. Así que la interiorizamos, la creímos nuestra. Esta propuesta de valor era que, en comparación con otros productos, esta vacuna para la alergia podía proteger a los niños en tan solo 3 semanas con 4 dosis.
Todo es maravilloso y de color de rosa cuando se trata de niños. Pero prueba un par de meses de tu vida a dejarlos encerrados en casa. Los niños son niños y van a jugar independientemente del entorno en el que se encuentren… Una vez asentada esta idea en nuestras cabezas que, sinceramente, nos sobrecogía, pero… teníamos hecha la campaña. Simple: “4 dosis en 3 semanas y a jugar… ¡a la calle!
No sabíamos si este claim nos recordaba a nosotros como padrazos o a nuestras madres suplicándonos que dejáramos de destrozarles la casa. Lo que sí es cierto es que el claim dio en el clavo.